sábado, 9 de julio de 2016

“Has contestado bien; si haces eso, vivirás. Anda y haz tú lo mismo”
Lucas 10, 28. 37.
Deuteronomio 30, 10-14; Salmo 68/69, 14. 30-31. 33-34. 36-37; Colosenses 1, 15-20; Lucas 10, 25-37.
Único es el camino que conduce a la vida eterna: el amor. Y el amor tiene rostro concreto: Dios y el prójimo. Y en Jesús Dios se hace cercano, se hace próximo a la humanidad, se hace prójimo, como nos enseña muy bien san Pablo en su carta a la Iglesia de Colosas: «Cristo es la imagen de Dios invisible», Colosenses 1, 15. Y así nos lo enseña el propio Jesús cuando le dice a Felipe: «el que me ve a mí, ve al Padre», Juan 14, 9. ¿Queremos ver a Dios? Dirijamos la mirada hacia los evangelios, y ahí, nos encontraremos con Jesús.
¡Amar como Jesús amó, soñar como Jesús soñó!
Pero existe otro pasaje bíblico donde Jesús nos enseña otro modo de encontrarnos con él y por tanto con el Padre: «les aseguro que cuando lo hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron», Mateo 25, 40. ¿Queremos ver a Jesús? Dirijamos no sólo la mirada sino acerquémonos con respeto, con tolerancia, con solidaridad, con amor a los hombres y mujeres de hoy.
Así que todos estamos llamados a entrar en la lógica del ‘misterio de la Encarnación’ para que la expresión de nuestro amor a Dios sea cosa creíble, esta misma idea la encontramos en una de las cartas del discípulo amado: «hijos míos, no amemos solamente de palabra, sino con hechos y de verdad», 1Juan 3, 18. El amor se percibe, se toca, se huele, se sabe y se siente. El amor no es simplemente un “hormigueo” en el cerebro o un “vacío” en el estómago, el amor te “duele” porque tiene “entrañas” de misericordia: «Pero un samaritano que iba de viaje, al llegar junto a él y verlo, sintió lástima. Se acercó y le vendó las heridas después de habérselas limpiado con aceite y vino; luego lo montó en su cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, se sacó unas monedas y se las dio al encargado, diciendo: cuida de él y lo que gastes de más te lo pagaré a mi regreso», Lucas 10, 33-35.
Hay un dicho muy popular entre nosotros que expresamente dice ‘de la vista nace el amor’ pero hoy nos damos cuenta que no basta mirar, hay que acercarse, hay que ‘meterse en camisas de once varas’ para que podamos ‘sentir’ y ‘experimentar’ el dolor de primera mano. Hoy Jesús nos enseña llevar el discurso del amor a algo concreto. No es suficiente hacer un compromiso con la vista y con la inteligencia es más que fundamental dejarse implicar en el plano existencial. La profunda necesidad de pasar de la teoría a la praxis.
«Has contestado bien; si haces eso vivirás», v. 28. No se trata solamente de decir ‘te amo’ hay que aventurarse ‘hacer’ el amor. Y el amor es mucho más que pura genitalidad. «Anda y haz tú lo mismo», v. 37 es una orden perentoria del que no tan fácilmente podemos sustraernos sin pagar caro las consecuencias.
Jesús nos pide que nos acerquemos, nos hagamos prójimos, pero con una actitud no para sondear, criticar, juzgar, condenar, expulsar o marginar o poner a prueba al que sufre en su cuerpo y su espíritu. No imitemos al doctor de la ley. Imitemos la actitud y las obras del Samaritano. Hagamos puente, tendamos lazos de unidad y comunión, de solidaridad, de colaboración y cooperación, vínculos de participación y de amistad. No esperemos escuchar ‘el grito de socorro’ adelantémonos al necesitado pues el amor de Cristo por la humanidad nos apremia ya que en él Dios Padre: «quiso reconciliar consigo todas las cosas, del cielo y de la tierra, y darles la paz por medio de su sangre, derramada en la cruz», Colosenses 1, 20. Hagámonos imitadores de Cristo que, en Él, se manifiesta plenamente el amor de Dios por la humanidad.

Dame Señor entrañas de misericordia, para alimentar al que tiene hambre, dar de beber al que está sediento, cuidar al enfermo, visitar al encarcelado, dar posada al peregrino, vestir al desnudo, en fin, para socorrer al prójimo sin ningún otro interés que su bienestar y salvación. Amén.

1 comentario:

  1. Cierto!!!!!
    Y ahora en este mundo tan desamorisado, TAN ensimismado, hay q voltear y ver a los demás, dice también San Juan "si dices q amas a Dios a quien no ves, y odias a tu hermano, eres un mentiroso. Por q nadie ama lo q no conoce
    Por eso es importante como dice ud. Adentrarse a conocer, arriesgarse a conocer
    Hacer el amor, pero ese amor puro, en esta sociedad corrompida y sexosa
    Decir menos t quiero y actuar más
    Gracias padre. Como siempre buenísimas y enriquecedoras sus reflexiones
    (Oiga los comentarios de aquí de este blog, era de los q le preguntaba si los leía
    Por q nunca dice nada, por eso pregunte
    Saludos y se le extraña y quiere

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